jueves, 10 de marzo de 2011

Momentos


Un paso, dos, tres, cuatro, cinco... camino por esas calles de las que ya nadie se acuerda. Donde el dolor no es más que una expresión de lo que se siente, donde ya no importa el tiempo ni las palabras que utilicemos porque cuando todo acabé sólo quedará el recuerdo. El recuerdo de lo que un día pudo ser y no fue. Y entonces lloraré pero ya no importará... porque ya nadie podrá calmar mi llanto. Viajaré donde no queden los recuerdos, donde no se detenga el tiempo y ya no quedará nada.

Un día, dos, tres, cuatro, cinco... cuento el tiempo que nos queda, el tiempo que tenemos, para vivir, para amar, para poder soñar. Cuando ya no importe el pensamiento, cuando superemos nuestra imaginación. Y entonces todo volverá a empezar pero sólo para que un día pueda acabar. Y ya no será lo que un día antes fue, cuando te conocí, cuando eramos niños. Y sólo quedaran esas fotos dentro de un baúl que jamás nadie volverá a abrir. Pero ya no importará porque no quedará nada.



Sólo espero encontrar a alguien a quien ame de verdad y vivir cada día como si fuese el último.