Hay millones de personas por ahí, pero al final todo se reduce a una sola. A veces me entra el pánico, me olvido de respirar, pero sé, sé que hay algo hermoso en todas las imperfecciones. Una hermosura que ella realzó para que yo la viera, una fuerza que nadie podrá quitarme jamás. Porque ella lo es todo. Cada sonrisa es incomparable, inigualable, especial, verdadera y todos esos adjetivos que pocas veces podemos utilizar hablando de amistad. Ella lo convierte en verdad, nuestra realidad.